Paul Kellermann sociólogo explica los efectos que puede presentar ciertas personas por la obsesión del dinero, esto es un hecho que en este siglo XXI se ha hecho muy evidente y que sobresale en nuestras sociedades y las alternativas existentes para cambiar ese afán ha sido imposible de implementar.
El levantamiento de economías particulares en América Latina durante el siglo XIX habitualmente implicó la visión y el uso del crédito como método central para la organización de la fabricación y la comercialización de productos. En este blog se analiza el movimiento del crédito en el medio económico exportador de tabaco en el Caribe colombiano durante esa fase. La característica de este caso reside en que se trataba de un sector con tierras de libre ingreso para el campesinado. Considerando si una estructura agraria de esta magnitud, el crédito a los pueblerinos implicó la corporación de relaciones laborales restrictivas.
El estudio en esta época concluyo que el crédito era el componente mediante el cual los productores y comerciantes podían obligar a los campesinos para que produjeran grandes cantidades de tabaco, pero que esta dependencia iba más allá de la lógica de aprovechamiento, incluyendo igualmente componentes de paternalismo, amistad y compadrazgo.
¿Qué llevó al profesor Kellermann a realizar el estudio del valor social sobre el dinero?
En la actualidad, bajo este concepto pensamos casi únicamente en la actividad profesional retribuida, es decir, aquella que se realiza para ganar dinero de forma legítima. La mayoría de los trabajadores solo trabajan para ganar dinero considerando que existe un gran número de actividades más urgentes en la vida que no se emprenden y que además no aportan ningún tipo de ganancias económicas.
Solo se piensa en la forma de ganar más, pero nadie caería en cuenta la modernización si no se ganara nada con ello. La focalización personal en conseguir dinero lleva a las personas de un trabajo a otro trabajo que al parecer es necesario por razones éticas, sociales o ecológicas.
Dinero y la felicidad, dos palabras que van de la mano
Todos anhelamos tener mucho dinero, aunque al mismo tiempo, lo despreciamos. ¿Cuál es la razón de esta relación extraña?
El dinero es determinado como un medio de coerción debido a que sin él no podríamos existir en este medio social. Prácticamente cualquier cosa que una persona necesite se debe comprar. Aunque existe una paradoja. Si una persona piensa que el dinero, es simplemente dinero, le ofrecerá una máxima libertad, aunque visto desde un punto de vista más amplio, es a su vez el medio que nos lleva a la esclavitud. Aquellas personas que tienen poco o nada están sometidos a los que tienen mucho. Viéndose obligados a trabajar para ellos y seguir una serie de instrucciones.
JeanJacques Rousseau escribió “El contrato social” una especie de obra literaria donde explica que es una sociedad justa donde ninguna persona debería ser tan rico como para poder tomar a otras personas y nadie tan pobre como para verse sometidas por otros.