Las propiedades del ajo han sido valoradas por siglos. La medicina tradicional lo ha utilizado para muchos tratamientos. Desde reducir la presión arterial hasta las capacidades antibacterianas del ajo, se ha demostrado que es un ingrediente natural con múltiples beneficios para la salud.
El ajo es mayormente reconocido por su sabor fuerte y penetrante, pero lo que muchos no saben es que también es un potente agente contra las bacterias y virus en nuestro cuerpo. En este artículo, les presentamos algunos de los beneficios de las propiedades antibacterianas del ajo.
¿Cómo funciona el ajo en nuestro cuerpo?
El ajo contiene compuestos azufrados que le dan su sabor y aroma característicos. Estos compuestos son los responsables de las propiedades antibacterianas del ajo. Estos componentes se componen principalmente de sulfoxidos y disulfidos.
Una vez que el ajo es cortado o machacado, los compuestos azufrados se descomponen en alicina, lo que le da al ajo su sabor fuerte e impulsa la evidencia de sus propiedades antibacterianas. La alicina se descompone para formar compuestos como Diallyl sulfide (DAS), disulfuro de dialilo (DADS), y trisulfuro de dialilo (DATS). Estos compuestos tienen la capacidad de combatir una amplia gama de bacterias, virus, y hongos.
Beneficios de las propiedades antibacterianas del ajo
1. Contrarrestar y prevenir infecciones
El ajo es muy eficaz en la lucha contra las infecciones causadas por bacterias y virus. La alicina tiene la capacidad de matar las bacterias al liberar radical libre de oxígeno y mediante la unión con grupos de sulfhidrilo en las proteínas bacterianas. El ajo es especialmente útil contra infecciones en las vías respiratorias superiores como los senos nasales, la faringe o la garganta.
2. Reduce la presión arterial
El ajo es también conocido por sus propiedades para disminuir la presión arterial. Los compuestos de azufre en el ajo son los responsables de la reducción de la presión sanguínea y el riesgo de enfermedad cardiovascular. El ajo también reduce los niveles de colesterol malo (LDL) en la sangre.
3. Ayuda a mejorar la digestión
El ajo también puede ayudar a mejorar la digestión. La alicina del ajo puede estimular la liberación de jugos gástricos que ayudan a la digestión de los alimentos. Además, puede ayudar a curar las úlceras estomacales al matar la bacteria H. pylori que causa la irritación del revestimiento del estómago.
Cómo incorporar el ajo en tu alimentación
Hay muchas maneras de incorporar el ajo en tu dieta diaria. Puedes usarlo en ensaladas, sopas, guisos, salsas y también puede ser consumido crudo. La cantidad óptima depende de su edad, género, tamaño corporal y nivel de actividad. Pero la mayoría de los estudios sugieren que consumir de dos a cuatro dientes de ajo al día ayudará a mantener sus propiedades antibacterianas.
En resumen, el ajo es un ingrediente natural que ofrece beneficios para la salud que van más allá de la cocina. Desde ayudar a controlar la presión arterial hasta prevenir y curar infecciones, los compuestos del ajo y sus propiedades antibacterianas pueden ser de gran ayuda para mantener un cuerpo sano.
Añade un poco de ajo a tus comidas diarias para aprovechar estos beneficios. Es importante recordar que cualquier tipo de consumo de ajo debe ser supervisado por un profesional de la salud para evitar cualquier interacción con medicamentos u otros problemas de salud.