Las fachadas ventiladas son una técnica constructiva que consiste en la creación de una cámara de aire entre el revestimiento exterior del edificio y la estructura de soporte. Esta cámara de aire permite la circulación del aire y la ventilación de la fachada, lo que mejora la eficiencia energética del edificio.
Así mismo, estas fachadas se componen de varias capas, la primera capa es la estructura del edificio, que puede ser de hormigón, ladrillo o madera. Sobre la estructura se coloca una capa de aislamiento térmico que ayuda a reducir la transferencia de calor entre el interior y el exterior del edificio.
¿Cómo funcionan las fachadas ventiladas?
La capa exterior puede ser de diferentes materiales, como paneles de aluminio, piedra natural, cerámica, vidrio, entre otros. Esta capa es la que proporciona la estética al edificio y también ayuda a protegerlo de la intemperie.
Las fachadas ventiladas funcionan a través de la circulación del aire en la cámara de aire entre el revestimiento exterior y la estructura del edificio. El aire entra por la parte inferior de la fachada y sale por la parte superior, creando una corriente de aire natural que ayuda a mantener la temperatura del edificio.
Esta circulación de aire reduce la acumulación de humedad y moho en la fachada, lo que ayuda a prolongar su vida útil y reduce los costos de mantenimiento. Además, la ventilación también mejora la calidad del aire interior del edificio, ya que reduce la acumulación de gases y contaminantes.
Otra ventaja de las fachadas ventiladas es que permiten el control del flujo de aire a través de la fachada, esto es posible gracias a las ventilaciones que se instalan en la parte superior e inferior de la fachada. De esta forma, se puede regular la cantidad de aire que entra y sale del edificio, lo que permite una mayor eficiencia energética y un mayor confort para los ocupantes del edificio.
Ventajas y beneficios de las fachadas ventiladas
Dichas fachadas presentan varias ventajas en comparación con otras soluciones constructivas, como la mejora en la eficiencia energética, al reducir la transferencia de calor entre el interior y el exterior del edificio, lo que ayuda a reducir el consumo de energía para climatizar el edificio.
De esta forma, también podrás reducir los costos de mantenimiento, al disminuir la acumulación de humedad y moho, provocando así una mayor durabilidad gracias a la circulación del aire en la fachada y prolongar la vida útil del revestimiento exterior del edificio.
Igualmente, se caracteriza por permitir el control del flujo de aire a través de la fachada, lo que garantiza una eficiencia energética y un mayor confort para los ocupantes del edificio, mejorando la calidad del aire y reduciendo la acumulación de gases contaminantes en el interior del edificio.
Por último, notamos que las fachadas ventiladas proporcionan una mayor estética, puesto que se pueden construir en una gran variedad de materiales y diseños, lo que permite una mayor personalización y estética en la construcción.
Tendencias 2023 de fachadas
En los últimos años, las fachadas ventiladas han experimentado un aumento significativo en su uso en la arquitectura moderna debido a su eficiencia energética y a las ventajas que ofrecen.
De esa manera, una de las tendencias más destacadas es la combinación de diferentes materiales en la fachada, lo que permite una mayor personalización y estética en la construcción, además, se está dando mayor importancia a la sostenibilidad y eficiencia energética de los edificios, por lo que las fachadas ventiladas se presentan como una solución ideal en este sentido.
Otra tendencia en auge es la utilización de tecnologías avanzadas para el control de la ventilación en la fachada. De esta forma, se pueden controlar las corrientes de aire y la temperatura en el interior del edificio de manera más precisa.
Lo que se traduce en una mayor eficiencia energética y confort para los ocupantes. Finalmente, otra tendencia emergente en el diseño de fachadas es la incorporación de elementos naturales en la fachada, como plantas y vegetación.
Esto no solo mejora la estética del edificio, sino que también contribuye a la mejora del aire en el interior del edificio y a la regulación de la temperatura. En definitiva, las tendencias en fachadas ventiladas se centran en la sostenibilidad, eficiencia energética y la estética de los edificios, lo que se traduce en una arquitectura más innovadora y comprometida con el medioambiente.