La progresiva brecha que aleja a los pobre de los ricos han dejado secuelas mentales y físicas. La desigualdad socioeconómica sobrelleva situaciones deficientes de salud y hasta muertes prematuras, gracias al poco acceso a la asistencia sanitaria y la alimentación.
Investigaciones recientes muestran que existe una brecha fuerte y difícil de sobrellevar entre pobres y ricos, lo cual ha causando un incremento del desgaste físico debido a la exposición del estrés crónico. El estrés psicosocial suele afectar directamente al cerebro y otras partes del cuerpo causando la inflamación, destrucción de componentes cromosómicos fundamentales y la disminución progresiva de varias regiones cerebrales.
Todos somos iguales
Las culturas latinoamericanos tiene la ideal desde hace tiempo de que todas las personas del mundo nacemos iguales. Pero si no posicionamos en la vida real, nuestra necesidad no se determina por la igualdad de los recursos y oportunidades. Esa diferencia se mostro sarcásticamente en la época de 1894 donde Anatole France creó una ley donde prohíbe, tanto al pobre como al rico dormir bajo los puentes, pedir por las calles y hurtar alimentos. Por supuesto, los ricos no necesitan nada de eso, pero los pobres en la mayoría de los casos no tenían otra iniciativa.
La desigualdad económica de forma general no ha mejorado sino más bien ha empeorado a lo largo de los años, sobre todo en la época de 1976 cuando Estados Unidos solo contaba con 1% de personas ricas, actualmente atesora casi el 24% son modestamente rico. Considerando que esta tendencia se repite a nivel mundial.
La pobreza deteriora la salud física y mental
Una de los efectos de la pobreza es el deterioro de la salud física y mental, si bien las razones no son tan obvias como se puede apreciar. En consecuencia, esto perdura a nivel socioeconómico. Un acceso más restringido a la asistencia sanitaria y llevar un estilo de vida propensos a presentar una enfermedad ha sido un tema de mucha preocupación ya que si una persona de bajo recurso enferma en Estados Unidos y no cuenta con suficiente dinero para costear una clínica esta puede empeorar y morir.
Considerando que en la actualidad y divido a la fuerte pandemia que vivimos el número de personas con inconvenientes de salud ha incrementado drásticamente. Pero no se fundamenta de un solo inconveniente de mala salud para el pobre y de poder mejorar la salud para los demás. La relación entre la desigualdad socioeconómica sobrelleva una mala salud y se desarrolla mas allá de una asistencia sanitaria y de coexistir con más peligros.