La técnica de magnetoterapia
es un procedimiento usado en la fisioterapia que utiliza campos magnéticos permanentes o estáticos sobre el cuerpo. En este caso, la aplicación es realizada mediante imanes de baja o alta frecuencia según sea la necesidad patológica a tratar. De manera que es efectivo para tratar cuadros de dolor como resultado de inflamaciones, también puede usarse para mejorar múltiples enfermedades, y tiene bajos efectos secundarios.
Aplicación de la técnica de magnetoterapia
La técnica de magnetoterapia es usada en patologías o dolencias diversas. Sin embargo, es aplicada mayormente en lesiones esqueléticas o musculares. Esta técnica se puede aplicar de tres formas:
- Terapia magnética para acupuntura: Consiste en colocar imanes en los puntos energéticos del cuerpo, como se hacía con la acupuntura tradicional pero sin dolor.
- Magnetoterapia electromagnética: Se trata de la terapia magnética con carga eléctrica, que se aplica a través de ‘Campos Electromagnéticos Pulsados ‘para fijar el equilibrio energético celular.
- Terapia de campo magnético estático: Es un procedimiento en donde se colocan los imanes directamente sobre la piel de una manera inmóvil.
Funcionamiento de la técnica de magnetoterapia
Para la técnica de magnetoterapia se usan equipos con un solenoide integrado a un cilindro de un elemento plástico para crear el campo magnético. Dichos cilindros existen en variados tamaños permitiendo así, el tratamiento en diversas zonas del cuerpo. También esta técnica dispone de una camilla con solenoide desplazable la cual usa un motor que realiza barridos sobre todo el cuerpo. Dado que los campos magnéticos difundidos por el solenoide poseen una acción biofísica directa sobre la célula, esto impide que el resto de los órganos absorban las radiaciones.
Beneficios de aplicar la técnica de magnetoterapia
- Regulación circulatoria: La magnetoterapia abre los vasos sanguíneos induciendo una dilatación que mejora la circulación.
- Antiinflamatorio: Al aumentar el flujo sanguíneo se incrementa el oxígeno y los nutrientes necesarios para la restauración de las células. De esta forma se eliminan las toxinas disminuyendo la inflamación.
- Efecto sobre el tejido óseo: La aplicación de corriente de baja intensidad estimula la producción de tejido óseo y de colágeno.
- Analgésico: La magnetoterapia contribuye a liberar el exceso de presión en los receptores sensitivos del área afectada.
- Regeneración tisular: Estimula los elementos que conforman el tejido dañado, promoviendo así, la regeneración de estos.
- Efecto de relajación: El campo magnético tiene un efecto positivo, ya que reduce el tono simpático, actuando de esta forma, en el sistema nervioso central. Este hecho permite recuperar el sueño normal, y por ende, la relajación.
- Aumento en las defensas: La magnetoterapia fomenta un proceso de regeneración en el organismo, elevando las defensas.
Los resultados obtenidos de la aplicación de la técnica de magnetoterapia han sido muy favorables. Sin embargo, es importante tomar en cuenta algunas situaciones en donde el tratamiento no es recomendado usar. Por ejemplo, durante el periodo de gestación o de lactancia materna, si la persona padece de cardiopatías, tumores, micosis, diabetes juvenil, hipertiroidismo, etc. Igualmente, no se debe aplicar si el paciente está pasando por algún proceso viral o tiene una hemorragia.