Generalmente, las discusiones cordiales entre parejas tienen muy poco o quizá ningún efecto sobre los niños. Sin embargo, estudios científicos han demostrado que cuando las peleas son muy agresivas, hay gritos y los padres hasta se dejan de hablar, trae consecuencias negativas para los hijos. Por ello, a continuación hablaremos sobre las peleas de los padres y sus efectos sobre los hijos.
Consecuencias de las peleas de los padres en los hijos
Lamentablemente, una de las consecuencias que ocasiona las peleas de los padres es la alteración en el comportamiento de los hijos. Por ello, hay que recordar que los progenitores son el espejo de los hijos y estos tienden a imitar lo que ven en sus padres. De hecho, si observan que los adultos acostumbran a resolver sus diferencias gritando, ellos harán lo mismo porque creerán que eso es lo correcto. De modo que cuando crezcan y tengan su propia familia, esta será igual.
Por consiguiente, estos problemas de comportamiento se repetirán en diferentes entornos sociales como a la hora de jugar con otros niños, en el colegio, etc. Otra consecuencia es el hecho de que debido a la tensión constante vivida en el hogar se puede alterar el sueño de los niños, lo que significa que la calidad de su sueño será muy baja. También pueden padecer de depresión, ansiedad, retraso en el desarrollo del cerebro, etc.
De manera que la escasa calidad del sueño en los niños provoca que decaiga su rendimiento académico y también toda actividad en la que participe. Igualmente, también provoca una ansiedad constante en los niños, que impide que este preste atención durante las jornadas escolares. Además, los estudios realizados por experto demuestran que los menores expuestos a discusiones constantes, pueden padecer desequilibrio hormonal y un aumento de la frecuencia cardíaca.
¿Cómo dejar de discutir?
Los desacuerdos en pareja muchas veces son inevitables. Sin embargo, a continuación te mostramos como evitar los problemas:
- Existen ciertos temas que no se pueden tratar delante de los niños. Por ello, es mejor hablar en privado si se trata de un tema muy susceptible que puede subir la tensión.
- En ningún caso es bueno imponer un punto de vista aunque creas tener la razón. Así que es importante aprender a escuchar los motivos expuestos por la otra persona y establecer un punto en común.
- No es de sabio dejarse llevar por los impulsos, si la conversación comienza a tornarse tensa lo más inteligente es pararse y respirar antes de que llegues a decir algo de lo cual te arrepentirás luego.
- Es necesario recordar lo que los enamoró, y no centrarse solo en lo malo y pensar que la otra persona ya no es lo que deseabas.
Los padres deben tener presente que los desacuerdos entre parejas es algo normal, y también deben recordar que no están solos en casa. De modo que es necesario explicarles a sus hijos, la razón de las peleas. Ya que ellos reaccionan mejor cuando se les explica que aunque discutan van a buscar soluciones juntos para resolver los desacuerdos.