La corriente galvánica es un tipo de energía continua de frecuencia baja usada en fisioterapia como técnica en la aplicación de la electroestimulación. Igualmente, es utilizado como analgésico y también para estimular el aumento del flujo sanguíneo en una región específica del organismo. A continuación, conoceremos más en detalle acerca de la galvanización.
¿Para qué sirve la galvanización?
La galvanización o corriente galvánica se usa como tratamiento terapéutico. Por ello, esta corriente sirve para lograr el alivio del dolor en pacientes que padecen trastornos musculares, nerviosos, articulares y para algunas alteraciones cardiovasculares. Por tanto, esta corriente no varía de intensidad y funciona en patologías como dolores musculares, las tendinitis, artrosis, neuritis y para algunos tipos de edemas.
Efectos de la corriente galvánica
La terapia con corriente galvánica tiene un efecto analgésico y ayuda en la reducción de los edemas. Además, otros de sus efectos es que es antiinflamatorio, eleva el calor local, es vasodilatador y se considera como un bactericida. Por otra parte, es utilizada con fines estéticos, puesto que estimula la función de las glándulas, el trofismo celular y contribuye a que los músculos funcionen mejor.
Técnicas usadas para la aplicación de la corriente galvánica
Electrólisis:
Es una técnica empleada en la depilación eléctrica, la cual consiste en la alteración de la estructura química de la materia que se encuentra alrededor del electrodo hasta destruirla por quemadura electrolítica.
Baño galvánico: Esta técnica se practica en todo el cuerpo o en partes grandes de este. Por ende, las sesiones duran un aproximado de entre 10 a 20 minutos, con el agua a una temperatura de 34°C. Por otra parte, el efecto descendente en el tratamiento con la corriente galvánica el paciente puede ocasionar sedación, pesadez, somnolencia y dificultad para desempeñar algunas tareas que necesiten de total atención, como por ejemplo, conducir.
Hiperhidrosis: La corriente galvánica también se usa como tratamiento para tratar la sudoración excesiva y localizada en algunas áreas del cuerpo como las plantas de los pies y manos. Para ello, se introducen en cubetas de agua potable las partes del cuerpo afectado, usando un electrodo de goma en cada recipiente que sirva como conductora. Además, nunca se usarán electrodos metálicos.
Iontoforesis: Con el uso de la corriente galvánica se puede introducir medicamento a través de la piel, tomando como base el efecto de electroforesis.
Precauciones y contraindicaciones de la terapia con corriente galvánica
Marcapasos:
Si la cubierta del marcapasos es de metal, es necesario tomar en cuenta las indicaciones existentes para los metales.
Embarazo: No es apropiado la aplicación de corrientes durante el embarazo, ya que puede influir negativamente en el proceso de gestación.
Piel con heridas o en mal estado: Las pieles lesionadas no son aptas para realizar este tratamiento, puesto que puede provocar una concentración excesiva de energía eléctrica, y sufrir el riesgo de quemaduras.
Problemas cardíacos: Cuando el corazón se encuentra afectado, la influencia de campos eléctricos puede provocar alteración en el ritmo, aparición de extrasístoles o también puede provocar la ausencia extemporánea de latidos.
En definitiva, la corriente galvánica es una corriente de flujo constante, que no sufre de cambios de polaridad y es superior a las fuerzas iónicas y moleculares. No obstante, si se observa que el paciente presenta una respuesta alérgica en sus primeras sesiones ante el galvanismo hay que reducir la intensidad. También si las respuestas neurovegetativas tanto locales como generalizadas son exageradas, es necesario reducir las dosis y el tiempo de duración.