El póker es uno de los juegos más entretenidos del casino. Su origen es un tanto incierto, pero algunos investigadores creen que surgió a partir de la transformación de los dados y el dominó a los naipes, en el siglo XII d.C, en China. En ese período, hubo una serie de juegos muy populares, que podrían ser, de algún modo, los ancestros lejanos del póker.
Lo cierto es que los juegos de naipes fueron populares primero en Oriente y luego se expandieron a lo largo de Europa. Así y todo, la mezcla de juegos originó el poque, palabra de origen francés. Con el asentamiento de colonos franceses a la cuenca del río Mississippi durante el siglo XIX, el juego se volvió sumamente popular.
Durante el siglo siguiente, pasó a ser un juego lleno de glamour y misterio. Desde Estados Unidos, logró expandirse al mundo entero.
Hoy en día, hay jugadores profesionales y amateurs que intentan mejorar su calidad de juego a través de numerosos trucos y estrategias y así, lograr sus objetivos.
Pero, ¿cuáles son estos trucos? ¿Hay una manera infalible de proceder? ¿Cuáles son consideradas jugadas inteligentes?
Saber cuándo apostar
Para ganar es fundamental saber cuándo apostar. Es inadmisible perderse una buena oportunidad, por desconcentración o desconocimiento. El jugador debe conocer de memoria todas las combinaciones posibles, y cuáles son las que lo pueden llevar al éxito. En el caso de tener buenas cartas, no hay nada que esperar: ¡hay que apostar!
Caso contrario, es también necesario mantener el autocontrol, y saber que si las cartas no son buenas lo mejor es retirarse y probar suerte más adelante. En el póker, hay que mantener cierta humildad como para admitir esta posibilidad y saber que esa decisión es mejor que apostar de manera ciega.
No siempre es bueno jugar
Esta es una pregunta muy importante que todo jugador debe hacerse en algún momento. Jugar más no siempre implica ganar más. No es necesario jugar en todas las manos. Este es un error que cometen los jugadores que recién comienzan, ya que creen que al jugar siempre podrán remontar situaciones adversas con su simple buena disposición. Y esto no es cierto. Mejor es retirarse a tiempo y jugar cuando las probabilidades son a favor del jugador. ¡Saber manejar el arte de la retirada es clave para convertirse en un maestro del póker!
Conocer la posición de juego
En el juego de póker, la posición cambia las acciones que puede o no hacer el jugador. Si el jugador se encuentra hacia el final de la mano, cuenta con la posibilidad de ver qué es lo que hacen los demás jugadores. De algún modo, esta es una ventaja, ya que es posible jugar con mayor información, y saber si el juego cuenta con jugadores agresivos que van por todo o si los jugadores son más cautelosos.
Además, si en la versión del juego que se está jugando es posible ver las cartas destapadas, habrá incluso más información. Allí, también se podrá estimar la forma de juego y pensar en cómo están jugando aquellos con cartas específicas.
Si en cambio, el jugador debe arrancar la mano, el juego debe centrarse exclusivamente en las cartas propias, ya que no hay manera de especular con el juego de los demás. En cualquier caso, lo importante es tomar decisiones claves antes de comprometer mucho dinero, conocer la cantidad de los contrincantes, crear un bote de acuerdo a las posibilidades y estudiar cuánto cuesta cada mano de apuestas.
Elegir contra quien jugar
Los jugadores deben analizar bien contra quién están jugando. ¡La comodidad es muy importante! Muchas veces sucede que hay personas que creen que pueden enfrentar a jugadores mucho más experimentados. Sin embargo, estas partidas no suelen ir bien. Por eso, es mejor encontrar jugadores que estén en el mismo nivel de juego. De este modo, habrá mayor entendimiento y por qué no, se volverá mucho más entretenido.
Jugar con tiempo
Para jugar, hay que tener tiempo. A veces, las manos pueden ser rápidas, es cierto. Pero esto no siempre es así. Si una persona está apurada, lo más probable es que ya esté pensando en qué debe hacer más adelante. Esto puede llevar a jugar de mala gana y sin la concentración suficiente. En esta situación, el jugador se expone a tomar malas decisiones y perder dinero en una apuesta equivocada.
La presión del tiempo, sin dudas, puede resultar en una derrota.
En conclusión, estas propuestas son tan sólo algunos trucos que los jugadores pueden tener en cuenta para jugar. Lo cierto es que hay muchas ideas y formas de juego. El truco más importante es jugar, jugar y jugar. ¡La práctica es clave para convertirse en un jugador inteligente!